Cómo saber si un empleado debe ser promovido

Toda vez que un jefe detecta la necesidad de promover a un empleado para premiarle por sus esfuerzos o evitar que el mismo abandone la empresa en busca de una mejor perspectiva salarial y crecimiento profesional, necesita estar seguro de que la medida a tomar es la adecuada.

Como primera medida deberá evaluar el desempeño actual con múltiples fuentes:

El empleado a promover no sólo tendrá que haber hecho muy bien su trabajo y demostrar que está listo para un nuevo puesto y responsabilidades sino que su jefe directo deberá tener la certeza de que el empleado es capaz de ejecutar las nuevas tareas propias del nuevo puesto.

Así, el jefe deberá echar un vistazo a su actuación y prestar atención a los marcadores del trabajo actual que muestran cómo van a comportarse en el nuevo papel. Se recomienda el uso de comentarios de diversos orígenes: elaborar no sólo su propia evaluación, sino consultar con los demás.

Es especialmente importante buscar la opinión de personas que interactúan con los empleados de formas en que el jefe no conoce, por tanto es importante hablar con los compañeros, miembros del equipo y dependientes.

Tener en cuenta el equilibrio entre la competencia y el desafío:

Un buen indicador de que puede que tenga que promover a alguien es si él está expresando el deseo de aprender más y asumir un nuevo reto.

Las personas que son especialmente buenos en su trabajo pueden dominarlos con rapidez y muy pronto surge la necesidad de más y mayores desafíos.

Cada vez que esto sucede, si el empleado se siente estancado y aburrido es probable que quiera abandonar la empresa y es por ello que el su jefe debe estar atento para evitar la fuga del talento.

Si este tipo de trabajadores tiene un buen desempeño, pero no aprenden nada nuevo, un ascenso o una asignación alternativa puede ser el mejor tanto para el individuo como para la organización.

Averiguar si el empleado quiere ser promovido

Antes de promover a alguien en un nuevo papel, es importante tener en cuenta si se trata de algo que le gustaría hacer. Muchos gerentes no tienen en cuenta que sólo porque alguien es bueno en un trabajo, no significa que tendrá el placer de hacerla todos los días.

Una de las grandes herramientas que un administrador puede usar es una conversación auténtica y honesta con la persona en donde se debe preguntar al empleado si está interesado y entusiasmado con las nuevas responsabilidades.

Experimentar antes de hacerlo permanente

Es posible que un jefe necesite más información para juzgar el desempeño esperado del empleado en un nuevo papel y en estos casos, el diseño de una misión similar a las tareas y los desafíos del nuevo puesto de trabajo para poner a prueba la capacidad del empleado es una buena forma de evaluar el desempeño.

Saber decir “No”

Hay gente que pide una promoción, incluso si no están listos y el trabajo de un jefe es ayudar a calibrar las solicitudes. Si un empleado plantea la idea de una promoción, pero su jefe siente que no está listo, es bueno un debate abierto para escuchar sus razonamientos y compartir sus inquietudes.

Ser claro sobre las competencias o experiencias que necesita para ganar la promoción y crear un plan de acción para que pueda alcanzar el objetivo es una forma de clarificar.

Recuerde que hay otras maneras de motivar

En épocas de crisis cuando las empresas no pueden afrontar mejoras salariales o promociones, lo más importante es encontrar otras maneras de mantener el empleado contratado hasta que se le pueda retribuir económicamente sus esfuerzos.

Las motivaciones intrínsecas, tales como el reconocimiento de las contribuciones, proporcionando oportunidades para adquirir nuevas habilidades o experiencias, apoyo y autonomía por parte del jefe, son formas de reconocer el trabajo de un buen empleado.

Fuente:buscar empleo