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Los paradigmas nos marcan como líderes

potencialpersonalEl gran valor de una compañía está en su gente y muchas veces las empresas caen en el error de dejar ir a estos activos con el fin de reducir costos para incrementar utilidades sin darse cuenta de que esto las perjudicará en el largo plazo.

Sin embargo, para poder explotar ese potencial que tenemos las personas, se deben romper ciertas percepciones, creencias, temores y paradigmas.

“La cosa más difícil del mundo no es que las personas acepten nuevas ideas, sino hacerles olvidar las viejas…”
John Maynard Keynes

Muchas personas están limitadas por lo que creen, señala William F. Bohan, autor de El poder oculto de la productividad, puesto que muchos seguimos supuestos y reglas inexistentes que nos pueden limitar al hacer una tarea y nos impiden hacerla de la manera más óptima posible.

“La experiencia, si no nos deja atrevernos a intentar cosas nuevas, nos está limitando.”

Por ejemplo, en las empresas, muchas veces se siguen procesos y métodos que nadie se atreve a cuestionar ni a buscar una mejor forma de hacerlo porque desde hace años se trabaja de tal manera.

“A veces la experiencia constituye una limitación que produce grandes torpezas.”
Mario Dehter

Otro problema común es el temor de los gerentes, puesto que estos creen que siempre tienen que estar probando que son los mejores, los más inteligentes y todo lo demás ó su gente no los respetará. Esto, le impide al gerente potencializar a sus empleados para que generen nuevas ideas porque creen que todas las buenas ideas deben venir del mismo. Si, en cambio, el gerente dejará de lado ese temor y se animará a dejar que sus empleados aporten ideas, su compañía crecerá.

De modo que, tenemos cuatro paredes (Percepciones, Interpretaciones, Creencias y Opiniones) que nos pueden frenar y que, además, alrededor de estas hay una pared aún más gruesa que se llama “temores”.

“Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto”
Henry Ford

El autor, propone que cuestionemos nuestras creencias y temores preguntándonos: ¿esta creencia o temor me está impidiendo alcanzar mi potencial, o me está ayudando a lograrlo?. Para romper estas cadenas, el autor, propone generar una cultura basada en el amor, aplicando varios principios básicos:

- Tratar a los demás como nos gustaría ser tratados
- Respetar la opinión de los demás
- Reconocer que todo el mundo te puede enseñar algo
- Proveer oportunidades de crecimiento
- Propiciar un entorno agradable
- Ofrecer un sistema de bonificaciones donde todos puedan participar en los beneficios que reporta el éxito de la empresa

Es decir, demostrar amor en un contexto de liderazgo en una empresa significa – dice el autor – identificar y satisfacer las necesidades de los empleados y eliminar todos los obstáculos que les impiden ofrecer un buen servicio al cliente.

En conclusión, el autor, señala que el gerente considera que sus empleados son los verdaderos expertos y que este solo actúa como un facilitador cuyo objetivo es crear condiciones óptimas para que sus expertos den lo mejor de si, satisfaciendo al cliente dado que, actualmente, no existe nadie capaz de absorber la cantidad de conocimiento generado diariamente por lo que las empresas requieren de la participación de todo su personal y que estos sean proactivos identificando y eliminando los problemas mientras están ocurriendo si quieren sobrevivir y prosperar.

Fuente: LoQueLeDiga.com

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