La importancia de saber obedecer

En apariencia, se considera que mandar resulta una labor sencilla y que cualquier persona tiene competencia para realizar dichos mandatos. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Para que una empresa funcione, es necesario que el jefe tenga la capacidad de dirigir.

Y a su vez, también es indispensable que un trabajador asuma su rol. Es decir, obedezca con naturalidad en el día a día. Se trata de cumplir con la jerarquía que da lugar a una empresa.

Un negocio en el que manda más un empleado que el propio jefe no está bien estructurado. Por ello, no es bueno identificar el rol de obediencia con el sentimiento de inferioridad que tienen algunas personas que consideran que nunca pueden decirle al jefe aquello que piensan en realidad.

En la vida laboral y en la empresa, también se valora la sinceridad y la honestidad. Que existan entornos poco ideales no significa que todas las empresas sean así. Por tanto, céntrate en los valores humanistas del trabajo bien hecho.

Por otro lado, la obediencia tampoco está exenta de libertad. Es decir, debes sentirte libre para proponer tus propias ideas a tu jefe, tomar la iniciativa, compartir tus inquietudes y tus proyectos.

Resulta mucho más cómodo tener un jefe que sabe mandar bien que no trabajar en una empresa en la que no sabes exactamente cuáles son tus funciones porque nadie te ha explicado con calma cómo hacer las cosas.

Por otro lado, también puedes valorar la situación con objetividad y si tu deseo es ser jefe, entonces puedes anímarte a cumplir tu sueño de crear tu propia empresa y dar puestos de trabajo a otros empleados.

Cada posición en la empresa tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Para obedecer es importante tener humilidad y tener claro quién tiene la autoridad.

Fuente:empresariados.com/