¿Existe el mal liderazgo?

Para Steve Tobak, un aclamado consultor de management, lo que tienen en común Steve Jobs, Bill Gates, Larry Page y Mark Zuckerberg es que —además de ser empresarios exitosos— son conocidos su mal liderazgo. Ya que son apersonas con las que era difícil trabajar.

Y, según Tobak, estos personajes están lejos de lo que hoy en día se espera de un líder y, sin embrago, “crearon algunas de las empresas más importantes del planeta”. Y la pregunta que se plantea es, ¿cómo este mal liderazgo alcanzó el éxito?

En el otro lado de la moneda, personajes como Richard Branson, Herb Kelleher, John Mackey y Tony Hsieh llevaron sus compañías a la cima con un buen liderazgo.

“Aún así, no se puede negar la fuerte concentración de grandes empresas que fueron fundadas y dirigidas por personajes desagradables”, dice.

Para Tobak esta es la prueba de que la percepción popular del liderazgo “es una tontería”. La inteligencia emocional, el pensamiento positivo, la simpatía y otras cualidades que —según los libros del tema— deben de tener todo los líderes, no importan.

“Lo que importa es construir negocios exitosos que tengan culturas únicas donde los empleados se inspiren para hacer grandes productos que los clientes quieren”, asegura.

Y menciona el ejemplo de Bill Gates; durante los veinte años que dirigió Microsoft no había un competidor más despiadado o petulante. Y, sin embargo, construyó una compañía que cuenta con 1.5 mil millones de usuarios y que se encuentra entre las mejores empresas para trabajar.

Y es por eso que las cualidades del liderazgo no son tan buenas como se pretende. Pues éste se presenta en todas las formas y tamaños. Cada líder tiene su estilo, su motivación, sus fortalezas, debilidades, inteligencia… Y no se preocupan por dar la imagen que se espera de ellos.

“Los líderes no nacen, ni caen del cielo a las cómodas sillas de su oficina. Son el resultado de una combinación de factores, cadenas de eventos, circunstancias, experiencia y decisiones”, dice Tobak.

Y comenta que, para lograr ser un buen líder, hay que ser fieles a las pasiones. Y ese no es un proceso que se aprenda inmediatamente, toma su tiempo: los grandes líderes se formas al mismo tiempo que su compañía.

“Si quieres aprender a ser un gran líder, empieza por aprender a construir un gran negocio”, concluye.

Fuente:Mundo Ejecutivo