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4 tipos de líder en una empresa

El líder nace y se hace. Foto:images.politico.com

Un líder nace y se hace. Nace, porque el buen liderazgo está relacionado con la forma de ser del líder, con su actitud natural al coordinar un proyecto, y se hace, porque su estilo está condicionado a los problemas que surgen en la empresa.

La primera pregunta que se formula un líder es cómo resuelve los problemas teniendo en cuenta la presencia de dos factores: la importancia del problema y el tiempo que urge para solucionarlo. En función de la ubicación de estas dos teclas, el líder adoptará un determinado rol. Nosotros analizamos 4 tipos:

1.- Líder consultivo 

Es el más recomendable cuando los asuntos importantes se imponen sobre los acuciantes. El directivo es quien toma la palabra aunque bajo el aval de los empleados que se encargan de elaborar informes con una fotografía precisa de la situación de la empresa. El criterio del líder no se impone sobre la realidad que reflejan los datos.

2.- Líder autoritario

Surge cuando en la empresa irrumpe la urgencia de solucionar unos problemas de gran envergadura. El directivo toma solo las decisiones jugándose su reputación. Si su decisión tiene éxito ganará mucha reputación pero la probabilidad de fracaso con este estilo es mayor. Cuando los asuntos urgentes se acumulan e impiden trabajar en los importantes es buena muestra de una mala planificación del empresario.

3.- Líder democrático

Todos los empleados tienen voz y voto a la hora de tomar decisiones. Sin embargo, esta opción es vista como una irresponsabilidad del directivo, dado que debe ser éste quien asuma las consecuencias de una opción. Un ejemplo de este tipo de liderazgo es el que desarrolló en Apple Steve Jobs.

Este estilo de entrada genera motivación a los trabajadores, que ven como su opinión es valorada aunque también produce desmotivación para los que votaron la opción perdedora. Corren el riesgo de no estar cien por cien implicados con el proyecto más avalado.

4.- Líder de consenso

Es recomendable llevarlo a cabo cuando los problemas no son ni importantes ni urgentes lo que obliga tomar decisiones sin grandes presiones. El directivo media entre los trabajadores para lograr un consenso. Al contrario que el democrático, el empresario cuenta con valoraciones y no con votos.

Fuente:Forbes

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