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Lo que la crisis dejó: Ser Broker

brokerCuando miles y miles de personas se encontraron atrapadas bajo el peso de un préstamo impagable y tuvieron que dejar sus hogares o rematar sus bienes, empresas quebraron y millones perdieron sus empleos.

México no fue ajeno a los efectos de la crisis. Las autoridades aplicaron medidas de contingencia que incluyeron un plan tripartita en donde, con tal de evitar despidos masivos, el Gobierno pagaba un tercio del sueldo del obrero, la empresa otro tercio y el propio empleado asumía el tercer tercio de su salario.

Las consecuencias de la crisis del 2008 fueron y siguen siendo palpables. La economía nacional cayó 6.2% en 2009, mientras que otras economías no soportaron la presión y tuvieron que declararse en quiebra, como Grecia, o pedir ayuda a fondos internacionales, como Portugal, Irlanda o España.

Cuando se buscaron culpables, y los había, los primeros en ser señalados fueron los bancos y, como es lógico, los profesionales que vendieron una y otra vez productos financieros ‘tóxicos’. Por esta razón, muchos ahorradores, inversionistas y clientes comunes y corrientes perdieron la confianza en sus instituciones financieras y en sus administradores.

Sin embargo, cuatro años después, el número de profesionales que busca formar parte de la ‘crema y nata’ del gremio financiero ha roto un récord histórico. Este verano, más de 200 mil aspirantes aplicaron su examen para obtener la certificación del CFA Institute. El 43% logró su objetivo, aunque sólo una pequeña parte de ellos superó el CFA III, que es el pasaporte para obtener la membresía al selecto club de los profesionales mejor cualificados del sector financiero mundial.

En México, 226 candidatos presentaron las pruebas. AltoNivel.com.mx platicó con Ana Cecilia Reyes Esparza quien fue la primera mujer mexicana en conseguir la máxima acreditación del CFA, en 2006. Esparza, actual miembro del Consejo Directivo del CFA y presidenta de su comité de Ética, también es head de Riesgo de Crédito y Contraparte del Grupo Bal y cuenta con una larga y exitosa trayectoria en la gestión de riesgos.

Para la financiera la certificación del CFA se ha convertido en una credencial global, reconocida y homologada por el nivel del programa y los conocimientos que se adquieren. “Las personas que ostentamos la certificación sabemos que hemos pasado por el mismo rigor en todo el mundo y hemos suscrito que seguimos un comportamiento ético”.

Esparza afirma que esta certificación “abre puertas” en un sector cada vez más competitivo en donde los profesionales mejor preparados tienen mayores posibilidades de alcanzar el éxito. No obstante, Reyes Esparza confiesa que en México aún no existe un reconocimiento adecuado sobre lo que implica aprobar el programa, aunque cada vez más jóvenes lo cursan con el objetivo de fortalecer su currículum. “En Estados Unidos, Canadá o Europa esta certificación implica muchas veces un aumento de sueldo”, explica.

Una mujer pionera

“Para mí ser la primera mexicana en certificarme, fue una agradable noticia. El instituto fue el que me lo comunicó, fue una sorpresa, porque el programa lleva tiempo. Esto me ha impulsado a hablar con las mujeres y a motivarlas. Es un gusto, un orgullo y una responsabilidad que me lleva a continuar y a tener una vocación de inspirar a otras mujeres que buscan desarrollarse en este ámbito”.

Esparza comenzó su andadura profesional en la empresa Multivalores, posteriormente estudió una maestría en el ITAM y comenzó a trabajar en el grupo financiero Bital, en donde desarrolló una exitosa carrera en el ámbito de administración de riesgos, que tiempo después la llevaría a abrir un despacho de consultoría económica y financiera. Como miembro del comité ejecutivo del CFA, Esparza encabeza el comité de Ética.

Ética profesional

Tras la crisis de las hipotecas subprime el sector financiero ha enfrentado graves problemas de imagen. El escándalo sobre la falsificación de las metodologías y los cálculos de la tasa Libor manchó de nuevo la reputación de varios bancos, entre ellos Barclay’s y JP Morgan es un ejemplo reciente.

Este tipo de situaciones han conducido al CFA a promover la ética profesional como un valor imprescindible en la labor de los profesionales financieros. El instituto desarrolló la 'La Lista de Integridad', un conjunto de medidas concretas que los profesionales de inversión deben aplicar para recuperar la confianza en la industria y de los inversionistas.

En este sentido, Esparza afirma que “la primera máxima es poner los intereses del cliente por delante de los propios. Los profesionales en finanzas deben tener la precaución de cuidar a sus clientes, sean físicos o morales. Actuar con integridad, tener correspondencia entre lo que se dice, se piensa y actúa y apegarnos a la verdad es fundamental en la profesión financiera”, declara la presidenta del comité de Ética del CFA.

Una prueba rigurosa

Para ser un bróker ‘de oro’ se debe aprobar el examen III del CFA, aunque para llegar a ese nivel hay que pasar primero por el I y el II, además de cumplir con una serie de requisitos profesionales que combinan experiencia y capacidades de administración.

Para John Rogers, presidente y CEO de CFA Institute, los candidatos que aprueban están “altamente capacitados para mantener los más altos estándares de ética y práctica como responsables y administradores de la industria”. Además, el máximo responsable del gremio señala que la misión de los acreditados no es otra que la de “recuperar la confianza de los inversionistas".

Los exámenes del CFA constan de tres pruebas de seis horas de cada una, en donde se evalúan las competencias de los candidatos en diferentes ramos, tales como elaboración de informes y análisis financieros; finanzas corporativas; economía; métodos cuantitativos; inversiones de capital, renta fija e inversiones alternativas; derivados; gestión de carteras; asesoría de administración financiera de clientes de alta renta y ética profesional.

En total, los acreditados nivel III del CFA superan los 100 mil en todo el mundo. El examen, considerado el más riguroso de la industria, se aplica desde 1963, año en que se presentaron apenas 284 candidatos, de los que el 94% aprobó. Hoy por hoy, los evaluadores calculan que los candidatos invierten 300 horas en prepararse para cada examen y que demoran cuatro años en superar los tres niveles.

¿Crees que los exámenes de CFA pueden prevenir que los futuros líderes profesionales del sector financiero abusen de sus conocimientos técnicos para engañar a los consumidores?

Fuente: AltoNivel.com.mx

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