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Silva pierde fuerza en los sondeos y Rousseff gana terreno

Dilma Rousseff actual presidenta de Brasil en busca de la reelección. Foto:uol.com.br

A 25 días del inicio de las elecciones presidenciales brasileñas, la presidenta Dilma Rousseff, candidata a la reelección, ha recuperado algo de aliento tras el último sondeo difundido el pasado miércoles por el instituto Datafolha, y volvió a empatar técnicamente en la segunda vuelta con la aspirante Marina Silva (PSB).

La mandataria ha subido dos puntos porcentuales y alcanza el 43% de las intenciones de votos, mientras la socialista ha bajado un punto y se sitúa en el 47%. Se vuelve, pues, al mismo escenario del sondeo realizado el 18 de agosto, el primero después de la oficialización de la candidatura de Silva. El 28 de agosto, la diferencia entre ellas era de diez puntos, y cayó a siete la semana pasada. Puesto que el margen de error de la encuesta es de dos puntos, las dos aspirantes estarían empatadas de nuevo.

Si las elecciones se celebrasen hoy, las dos candidatas irían a la segunda vuelta dejando fuera de la lucha por la presidencia a Aécio Neves, el candidato del PSDB, el segundo colocado antes de la entrada de Silva en la disputa. Según el nuevo sondeo, Rousseff tendría un 36% de los votos en la primera vuelta, y Silva, un 33%. Es decir, estarían técnicamente empatadas, mientras Neves alcanzaría el 15% de los votos. En la encuesta anterior del Datafolha, divulgada el 3 de septiembre, la diferencia entre ellas, sin embargo, era de solo un punto: 35% para la presidenta y 34% para la ambientalista.

Según el nuevo sondeo, Rousseff tendría un 36% de los votos en la primera vuelta, y Silva, un 33%

El sondeo reveló, además, el índice de rechazo hacia los candidatos. Aunque Rousseff posee el más alto (33%), Silva ha obtenido su peor resultado en ese aspecto (18%). El rechazo hacia Silva ha subido siete puntos porcentuales desde el 14 de agosto, el de Rousseff ha bajado un punto y el de Neves ha subido cinco. Otro aspecto analizado por el Datafolha fue el conocimiento del número de cada candidato (que el elector debe marcar en la urna electrónica), esencial para que el voto sea efectivo. De los partidarios de Silva, apenas el 25% es capaz de mencionar correctamente su número, contra el 54% de los electores de Rousseff y el 42% de los de Neves.

La mejora de Rousseff aparenta tener relación con las idas y venidas de Silva, que volvió atrás en propuestas que ya había presentado, y con su campaña electoral en la radio y en la televisión. Los últimos días, la presidenta centró sus fuerzas en atacar a su principal adversaria y en presentarse como una persona que combate la corrupción. En uno de los programas, Rousseff enumeró una serie de medidas que, según ella, ha tomado para combatir actos ilícitos practicados en su Gobierno, como alteraciones legislativas y operaciones de la Policía Federal.

La oscilación de Silva en las encuestas no ha sorprendido a su partido. Sondeos internos realizados por el PSB ya habían mostrado que la exsenadora dejaría de crecer o crecería a menor ritmo. Desde que Silva asumió la candidatura de su partido tras la muerte de Eduardo Campos, el pasado 13 de agosto, solo veía aumentar sus intenciones de voto, lo que, según los analistas, ocurrió por tres razones: una secuela de su campaña presidencial de 2010, cuando obtuvo 19 millones de votos; la conmoción por la muerte de su correligionario; y la identificación de su candidatura con una tercera vía a la polarización PT-PSDB que domina la política nacional desde hace al menos dos décadas.

Fuente:El país

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