Acelerar o incubar: ¿en qué fase está tu empresa?

Es frecuente la confusión que existe en el ámbito económico sobre las funciones de una aceleradora y una incubadora de negocios. Hay quienes utilizan ambos términos como sinónimos, cuando en realidad hay importantes diferencias entre uno y otro.

Si bien tanto la incubación como la aceleración preparan a las empresas para crecer, la primera lo hace en los inicios del negocio, mientras que la segunda se enfoca en lo que podría asemejarse a la etapa de la adolescencia en una persona.

En los últimos 4 años, el modelo de aceleración se ha aplicado a aproximadamente 1,500 empresas en México, las cuales registran crecimiento sostenido anual en ventas, utilidad neta y creación de empleos y han permitido la conservación de cerca de 30 mil empleos.

Según datos de Impulsa Aceleradora de Negocios, una empresa en aceleración logra crecer anualmente en un promedio de 30% en ventas, 25% en planta laboral y 2% en utilidad neta.

Fernando Sepúlveda, Presidente de Grupo Impulsa, explica las diferencias entre incubación y aceleración como una analogía con las etapas de la vida de un ser humano: “Podemos hablar que una persona vive tres grandes etapas: niñez, adolescencia y adultez. En este orden de ideas, las incubadoras equivalen a los elementos que provee un padre hacia sus niños, ofreciendo a las empresas nacientes herramientas básicas y necesarias que permitan al negocio detenerse en su propio pie.

En tanto, las empresas que han pasado con éxito esta primera infancia están listas para nuevos retos y, tal como sucede con los adolescentes, enfrentan un momento clave donde deben aprender a conocerse a sí mismas y a desarrollar una identidad. Es aquí donde la aceleración juega un papel fundamental para pasar a la edad adulta, es decir, convertir a esa empresa mediana en un gran corporativo que juegue un papel relevante en el ámbito de su Economía”.

Uno de los principales desafíos que enfrentan las compañías que operan en el umbral de la adolescencia es que tarde o temprano se verán atrapadas en la trinchera de las operaciones cotidianas y pospondrán la planeación estratégica de largo plazo. En este punto, las empresas están expuestas a perder su propuesta de valor única y su identidad; muchas de ellas correrán el riesgo de desaparecer a menos que cuenten con un modelo de aceleración que les apoye en la transición.

Por ejemplo, en Estados Unidos, el promedio de vida de las pequeñas empresas, conocidas como start ups, es de tan solo cinco años.

Aun con sus claras diferencias, ambas, incubadoras y aceleradoras constituyen recursos fundamentales para asegurar el crecimiento empresarial, lo cual representa la línea de vida de toda economía.

¿Qué opinas de estas propuestas para acelerar o incubar como métodos para lograr que una empresa sobreviva y crezca?

Fuente: AltoNivel.com.mx