Viajes de capacitación: ¿cómo generan integración?

Organizar viajes grupales a lugares alejados de la oficina, con el marco de paisajes imponentes y ambientes distendidos, es una herramienta muy eficaz para fidelizar o capacitar.

También para generar e integrar redes colaborativas entre empleados, profesionales y colegas ­incluso de la competencia­, en un contexto que favorezca los resultados mediante una experiencia vivencial diferente.

"Estas actividades establecen un contrato emocional que determina una conexión basada en sentimientos, que luego facilitan la interacción entre colegas desde otro lugar más cercano, de confianza, lo que redunda en beneficio laboral", explica el consultor español Luis Galindo, especialista en psicología positiva, liderazgo y talento.

"Cuando se hace un viaje de placer y se llega a un lugar nuevo, se descubren otras maneras de vivir, de comer o de realizar algunas actividades. Lo mismo pasa con estos viajes laborales: se aprende que ciertas cosas se pueden hacer de una manera distinta", afirma.

"El motivo principal de estos viajes es el relacionamiento; también, acercar formación y herramientas a los ejecutivos en un ámbito diferencial. Como es importante que la Dirección de la empresa vea esta actividad como algo sano para la organización, se la acompaña con algún tipo de capacitación formal", destaca Patricio Farcuh, presidente de Grupo Rhuo, que promueve este tipo de viajes entre sus clientes.

Integración y colaboración

Daniel Bertolon, gerente de RH Proximidad de Renault, coincide en que "estas acciones motivan a los que participan y ellos, al regresar a las empresas, motivarán a su vez a sus equipos. La Dirección debe percibir el aspecto ventajoso de estas iniciativas".

"Otro resultado de estas acciones es la creación de redes colaborativas laborales: cruce de información, problemáticas comunes, etc.", señala Galindo. "Entre los participantes se van formando redes. Por ejemplo, en una ocasión en la cual el Gobierno había decretado feriados para empleados públicos, nos impactó ver cómo los gerentes de Recursos Humanos que coincidieron en uno de estos viajes se contactaban y consultaban para acordar conjuntamente las medidas a tomar", recuerda Farcuh.

"Son actividades que permiten tomarte una pausa del día a día para aprender y llevarte relaciones, nuevas herramientas, experiencias compartidas que te acercan a tus colegas. Y esa integración hace a una alta performance de las compañías en pos de objetivos comunes", asegura Bertolon. Al respecto, comenta Sonia López, responsable de Recursos Humanos del Centro de Logística y Distribución de Frávega, "en un entorno diferente interactuás con tus pares desde otro lugar. Experimentás el conocimiento de una manera vivencial que te hace transpolarlo a tu lugar cotidiano desde otro lado, porque lo internalizaste de un modo muy fuerte".

Por su parte, Ana Fraia, gerente de Operaciones y Recursos Humanos de Buenos Aires para Cencosud, considera que "se trata de una experiencia completa, donde uno llega con la expectativa de compartir con los colegas ­si son del mismo rubro, mejor­ para poder discutir problemas o maneras de hacer alguna cosa. Pero también son buenas opciones para desarrollar el trabajo en equipo, ya que confluyen profesionales que no se conocen. Hoy las empresas están más abiertas a estas acciones y son muy acertadas para llegar, por ejemplo, a mandos medios o aquellos niveles que muestran resistencia a la capacitación tradicional".

"Sería ideal que todos los empleados pudieran experimentar este tipo de acciones tan intensas, adaptándolas según las necesidades temáticas puntuales de cada sector u organización, para llevarse conocimientos desde lo emocional y, desde ahí, aplicarlo luego a la empresa", puntualiza López.

Fuente: Clarin.com